Cuando un inmueble es heredado por varias personas, se origina lo que se conoce como estado de proindiviso, donde comúnmente surgen discrepancias sobre el destino de la propiedad. Este desacuerdo suele complicar la aceptación de la herencia, especialmente cuando algunos herederos desean vender la propiedad y otros se oponen.
En realidad, no se puede forzar a un heredero a acceder a la venta, pero tampoco es justo mantener a los demás herederos en un estado de copropiedad no deseada. Por ello, hay varias opciones disponibles para los herederos reacios a vender y encontrar una resolución equitativa.
¿Se puede vender una casa si un heredero no quiere?
Cuando los herederos de una propiedad no logran consensuar si venderla o conservarla, se busca evitar el último recurso, que es la subasta pública.
Antes de considerar esa medida, es recomendable explorar otras vías, como:
- Realizar la partición de la herencia. Esto implica contratar un perito que determine el valor del inmueble para así distribuir el monto correspondiente entre los herederos. Así, el interesado en no vender puede optar por comprar la participación de los otros.
- Optar por la mediación con un profesional. Esto significa solicitar la asistencia de un tercero imparcial que ayude a las partes a negociar y llegar a un arreglo beneficioso para todos, invitando especialmente al heredero renuente a vender a unirse al diálogo en búsqueda de un acuerdo.
Si estas alternativas no fructifican, el paso siguiente sería el procedimiento judicial.
¿En qué consiste el procedimiento judicial?
La finalidad es disolver la copropiedad y habilitar la venta del inmueble mediante subasta pública, para lo cual es imprescindible determinar el valor de la propiedad mediante un experto asignado por el juez o uno privado.
Sin embargo, es crucial considerar los costes judiciales asociados a esta ruta, que incluyen los honorarios del abogado, del procurador y del perito judicial o tasador privado. Además del desembolso financiero, este procedimiento puede desgastar las relaciones fraternales y originar disputas legales, aparte de resultar económicamente desventajoso para los involucrados.
Una vez efectuada la valoración, se procede a la subasta del inmueble donde los copropietarios pueden participar en la puja sin requerimiento de fianza, a diferencia de otros posibles compradores que deben consignar un 30% del precio del inmueble antes de la subasta.
¿Se puede comprar el proindiviso a través de una empresa?
Asimismo, se puede remediar esta situación recurriendo a una entidad especializada en la compra de proindivisos, que son las cuotas de propiedad que corresponden a cada uno de los copropietarios en un inmueble compartido.
Reparto del importe de la venta entre coherederos
Existen varios resultados posibles después de la subasta pública:
- Adquisición del inmueble por una persona ajena: esto conlleva a la división del patrimonio hereditario y a que cada heredero obtenga su porción económica equivalente.
- Adquisición del inmueble por uno o varios de los herederos: aquellos herederos interesados en deshacerse de su cuota en la propiedad no están forzados a continuar en la condición de copropietarios. Quien o quienes se hagan con la propiedad total deberán compensar económicamente al resto de los herederos por sus respectivas partes.