En este artículo se examinan los aspectos esenciales vinculados con el tiempo que dura un proceso de desahucio ante inquilinos que no abonan el alquiler.
¿Quiénes intervienen en el proceso de desahucio?
El proceso de desahucio por falta de pago del alquiler se inicia con la formulación de la demanda de desahucio. Esta demanda es redactada por el abogado representante del propietario y es presentada en el juzgado por el procurador del mismo.
Tras la presentación de la demanda, el juzgado debe proceder a su admisión. Una vez admitida, se notifica al inquilino en el domicilio alquilado. Este tiene la opción de oponerse a la demanda, contando con los servicios de un abogado y un procurador, o puede optar por no hacerlo, lo que llevaría a su desahucio directo.
Por lo tanto, en este proceso siempre intervienen, como mínimo, dos entidades: el personal del juzgado y el equipo legal del propietario (abogado y procurador). En muchos escenarios, se suma un tercer grupo, que consiste en el abogado y procurador del inquilino, siempre que este decida oponerse a la demanda.
¿Qué sucede si el inquilino impugna la demanda?
Primero, es importante destacar que si el inquilino decide impugnar la demanda, esto conlleva una prolongación en la duración del proceso.
Esto es así porque, al objetar la demanda, se llevará a cabo un juicio de desahucio, y tras este, se dictará una sentencia. Dicha sentencia debe ser firme, lo que significa que el proceso será definitivamente más largo en caso de oposición que si el inquilino acepta la demanda.
Es relevante mencionar que muchos inquilinos que optan por impugnar la demanda lo hacen a través de un abogado y procurador asignado por el estado. Este proceso de designación puede demorar alrededor de 4 semanas.
Por lo tanto, si el inquilino decide objetar la demanda, el proceso será más extenso, mientras que si no presenta objeciones, el procedimiento será más ágil.
¿Qué función desempeña el juzgado en el proceso?
El rol del juzgado es esencial para determinar la duración del proceso de desahucio. De hecho, puede ser considerado como el factor determinante más crítico.
Un juzgado eficaz y bien organizado puede significar que el proceso se desarrolle con rapidez. Sin embargo, un juzgado sobrecargado o con insuficiente personal puede causar retrasos significativos.
Uno de los pasos más demorados dentro del juzgado es el acto de notificar la demanda al inquilino. Este proceso suele estar a cargo del servicio postal del juzgado, pero debido al gran volumen de trabajo, muchas veces este servicio se encuentra colapsado.
Por ello, a menudo prefiero que esta tarea no recaiga en el juzgado y en mis demandas solicito que nuestro procurador sea el encargado de notificar. Esta estrategia agiliza la notificación, permitiéndonos ganar, en muchos casos, entre 3 a 4 semanas de tiempo.
¿Qué función desempeña el abogado en el proceso?
El rol del abogado es fundamental para determinar la agilidad y eficiencia del proceso de desahucio. Es esencial que el abogado actúe con rapidez y precisión ante cualquier comunicación proveniente del juzgado.
Es crucial que el abogado esté especializado en la materia. Un abogado con especialización estará familiarizado con cada paso a seguir, permitiéndole actuar de manera casi inmediata, sin la necesidad de invertir tiempo en investigar cada acción legal a emprender. En mi experiencia, al enfocarme exclusivamente en casos de desahucios, he adquirido una destreza que me permite responder al juzgado de manera eficiente y veloz, optimizando el tiempo del proceso.
¿Qué función tiene el procurador en el proceso?
El rol del procurador es esencial en la tramitación del desahucio. A diferencia de otros profesionales que trabajan a distancia, en mi enfoque, el procurador está siempre situado en la misma localidad donde se lleva a cabo el proceso judicial. Esto permite que el procurador actúe como un verdadero agente catalizador cuando se perciben retrasos en el procedimiento.
Es decir, si el proceso experimenta demoras debido a la lentitud del juzgado, el procurador tiene la tarea de interactuar activamente con el personal judicial para agilizar y asegurar que las acciones se ejecuten de manera eficiente y oportuna.
Conclusión
En resumen, basándonos en nuestra extensa experiencia en el ámbito de desahucios, existen diversos factores que pueden intervenir en un proceso de desahucio y provocar dilaciones no anticipadas.
De forma general, un proceso de desahucio puede tener una duración promedio de unos 6 meses, aunque en algunas circunstancias puede prolongarse aún más.